Una inmensa inversión llega a Apurímac
Sábado 4 de Setiembre del 2010
Una buena noticia: la inversión más grande de la historia del país llega a Apurímac, una de las regiones más pobres, a través del contrato con la compañía minera suiza Xstrata para desarrollar el proyecto minero Las Bambas.
Cuando se concrete esta inversión, Las Bambas será una de las principales minas de cobre del mundo y la más grande en el Perú. Por los montos y envergadura superará al proyecto de licuefacción de gas de Pampa Melchorita, que Perú LNG inauguró en junio de este año, y en el cual se invirtieron US$3.800 millones.
El Perú debe procurar que sigan llegando inversiones de esta magnitud o incluso mayores, siempre y cuando respeten el ordenamiento legal y compatibilicen sus intereses con los derechos de las comunidades y el respeto al medio ambiente.
En este contexto, la actividad empresarial es bienvenida, pues no solo beneficia a quienes la realizan, sino que también activa un círculo virtuoso contra la pobreza.
Las Bambas generará 3.600 puestos de trabajo y dará prioridad a la contratación de los mismos pobladores de la región. Una vez que esté operativa en el 2014, la mina permitirá distribuir hasta US$300 millones en canon minero a Apurímac, los que, bien usados por las autoridades regionales y locales, deberían permitir mejorar la calidad de vida de sus pobladores.
Ese debe ser el objetivo. La región Apurímac tiene un nivel de pobreza de hasta 70% (solo superado por Huancavelica, con 77%), cuando el promedio nacional es de 34,8%. De ahí que resulte tan importante la inversión de US$4.200 millones anunciada por la compañía suiza Xstrata.
Afortunadamente, este no es el único proyecto minero de envergadura en dicha región. También está el proyecto de hierro de la compañía australiana Strike Resources y el grupo Dyer, con una inversión cercana a los US$2.300 millones para los próximos cinco años.
En cuanto a Xstrata, hay que recordar que si bien el contrato se suscribió hace dos días, la empresa llegó a la región en el 2004, cuando ganó la licitación convocada por Pro Inversión para desarrollar el proyecto minero. En aquella ocasión, ofreció el triple del precio base (US$121 millones) y además entregó US$47 millones a Pro Inversión como parte de un fideicomiso para ejecutar obras de desarrollo en las comunidades de Grau y Cotabambas.
Adicionalmente, Xstrata desarrolló un programa de responsabilidad social intenso: se preocupó de relacionarse con las comunidades que serán impactadas por el proyecto minero y acompañó a las autoridades en la generación de proyectos de desarrollo sostenibles.
Debemos destacar estas muestras de responsabilidad social, diálogo y respeto al entorno y al medio ambiente, que tienen que ser fomentadas para garantizar la operatividad empresarial y prevenir conflictos. Somos un país minero, pero con una gran riqueza de recursos naturales que debemos preservar y proteger.
En suma, con minería responsable, que dinamice las economías locales y evite dañar el medio ambiente, el Perú puede consolidarse y avanzar en la lucha contra la pobreza.
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